¿Los embutidos tienen gluten?
La respuesta es no. Los embutidos y curados en sí mismos no tienen por qué tener gluten, aunque siempre es recomendable revisar el etiquetado por si le han añadido algún ingrediente que lo tenga. La celiaquía es una respuesta del sistema inmunitario al gluten, una proteína que se encuentra en algunos cereales como la cebada, el trigo, centeno o a la avena. Existen distintos tipos de celiaquía en función de cómo afecta la ingesta de esta proteína a cada persona (celiaquía subclínica, potencial, latente...), pero los productos frescos del cerdo, embutidos ibéricos y curados como el lomo embuchado o el jamón de cebo ibérico no tienen gluten generalmente. Los celiacos pueden comer jamón ibérico o cualquier embutido siempre que sea de una marca de confianza que garantice la ausencia de gluten en los ingredientes utilizados para su elaboración.
Todos los curados y embutidos ibéricos Garcinuño son completamente libres de gluten, puesto que utilizamos ingredientes tradicionales y 100% naturales a lo largo de todo el proceso, como la propia tripa del cerdo ibérico, ajo, sal, orégano o pimentón, y garantizamos la ausencia de contaminación cruzada en nuestros productos.
Comer jamón en el embarazo
El jamón ibérico es un imprescindible en las reuniones navideñas, sea jamón ibérico loncheado y envasado o en su versión de pieza entera, aromatizando la estancia, esperando el corte oportuno sobre el jamonero. Durante años, la recomendación para las embarazas ha sido prescindir de su sabor, uno de los sacrificios gastronómicos más difíciles que las mujeres gestantes deben hacer para prevenir la famosa toxoplasmosis. Pero, ¿está justificada está restricción? ¿Puede una mujer comer jamón ibérico en el embarazo?
¡Tenemos buenas noticias! Numerosos estudios recientes, entre ellos el del Centro Tecnológico Agroalimentario, concluyen que comer jamón en el embarazo es seguro, siempre que el jamón cumpla unas condiciones de elaboración y curado: 24 meses de curación.
Hasta hace poco tiempo etiquetábamos el jamón como carne cruda, sin embargo, se ha demostrado que el proceso de curación superior a 14 meses elimina la acción del parásito causante de la toxoplasmosis. Aunque aún no hay protocolos de comunicación oficiales respecto a este tema, las investigaciones apuntan desde hace años a que las recomendaciones están a punto de cambiar. Por tanto, cuanto más curado esté, más seguro será comer jamón ibérico en el embarazo. En el caso del jamón de cebo ibérico Garcinuño, la curación mínima es de 24 meses.
Aunque las posibilidades de contraer la toxoplasmosis consumiendo jamón ibérico en el embarazo sean ínfimas, muchas mujeres se sienten más seguras congelando el jamón antes de consumirlo. Si optas por esta opción asegúrate de que congelar el jamón a una temperatura inferior a -20ºC, pues la mayoría de los congeladores domésticos solo llegan hasta -18ºC.
En cualquier caso, el jamón de cebo ibérico Garcinuño cumple todos los requisitos mencionados para ser un alimento saludable y apto para todos que no puede faltar en tu mesa esta Navidad.