El jamón debe estar perfectamente sujeto al soporte jamonero. Los jamoneros ligeros son más fáciles de manejar, pero tienden a ser más inestables, especialmente con piezas de jamón grandes.
Para conseguir estabilidad te recomendamos comprar un jamonero que tenga una base gruesa. Otro truco es que el jamonero cuente con tacos de goma o material antideslizante en la base para evitar que se resbale sobre la encimera o la mesa en la que esté ubicado.
Si vas a tener que mover tu soporte jamonero de manera frecuente, opta por un jamonero más ligero o plegable y si vienen con funda ¡mejor que mejor! Así te facilitará el transporte de tu jamonero.